El Museo Cerralbo reinterpreta el coleccionismo femenino con Obras de paso

El Museo Cerralbo vuelve a abrir el debate sobre el coleccionismo en España con una nueva edición de su ciclo Obras de paso, que en 2025 se centra en un tema hasta ahora poco explorado: el papel de las coleccionistas de arte en la época del marqués de Cerralbo.

Nosotros, Arte.news, destacamos el valor de esta propuesta porque no se limita a exhibir una obra de gran calidad artística —en este caso, el retrato de Leocadia Zamora y Quesada, pintado por Luis de Madrazo y Kuntz hacia 1837—, sino que plantea un marco interpretativo que cuestiona quiénes construyeron, difundieron y preservaron el patrimonio cultural en el siglo XIX.

Leocadia Zamora y Quesada (1847-1848), Federico de Madrazo y Kuntz.

La pieza, copia del retrato realizado previamente por Federico de Madrazo, procede de la Colección Madrazo de la Comunidad de Madrid y podrá contemplarse en el Recibimiento de Verano del museo del 13 de mayo al 7 de septiembre. Pero lo relevante aquí no es solo la obra, sino el contexto que la rodea: un diálogo con la Exposición de retratos de mujeres españolas por artistas españoles anteriores a 1850, organizada en 1918 por la Sociedad de Amigos del Arte e impulsada por la duquesa de Parcent, Trinidad von Scholtz Hermensdoff de Iturbe.

Lo que resalta esta edición de Obras de paso, como hemos podido comprobar desde Arte.news, es que no fueron únicamente los grandes coleccionistas varones —los Cerralbo, los Villa-Huerta— quienes moldearon el relato del arte en España. Hubo también una red de mujeres que, desde sus recursos y convicciones, promovieron exposiciones, defendieron la artesanía española y apostaron por difundir un patrimonio con dimensión artística y pedagógica.

El ciclo tiene, además, una continuidad clara con las ediciones anteriores. En Contemporáneos en Palacio (2023), el Cerralbo acogió temporalmente obras de Sorolla o María Blanchard; y en Más allá de Cerralbo (2024), piezas de Frans Snyders, Mariano Salvador Maella o Antonio María Esquivel dialogaron con los fondos de la casa-palacio. Desde Arte.news vemos en este planteamiento una estrategia curatorial inteligente: abrir la colección hacia el exterior y, al mismo tiempo, interpelar al visitante sobre los límites de lo que entendemos como “colección Cerralbo”.

La comisaria Adela García Roldán ha diseñado un recorrido que, aunque breve, resulta significativo: situar en un espacio tan simbólico como el Recibimiento de Verano una obra que nos habla de cómo las mujeres no solo fueron retratadas, sino que también desempeñaron un papel activo en el coleccionismo. Para Arte.news, este gesto es más que un guiño académico: es una manera de visibilizar historias que quedaron en los márgenes del relato oficial.

En definitiva, el ciclo Obras de paso: Cerralbo y las coleccionistas vuelve a confirmar que el Museo Cerralbo no es un museo estático, sino un lugar donde la historia del arte se revisa y se actualiza en clave crítica. Al situar a las coleccionistas en el centro de su narrativa, el museo contribuye a reescribir la memoria cultural española, ampliando las voces que merecen ser escuchadas.

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