Arte.news ha sido testigo privilegiado de una exposición que, más que mostrar objetos, revela un universo en movimiento: “Mécaniques d’Art”, en el Musée du Louvre, es una experiencia que entrelaza siglos de saberes, cultura y artesanía a través del dominio del tiempo.
Desde el 17 de septiembre hasta el 12 de noviembre de 2025, la Salle 602 de la Aile Richelieu se convierte en un templo del tiempo. Allí, el Museo del Louvre rinde homenaje a los artes mecánicos, disciplinas donde convergen el arte relojero, la decoración refinada y los autómatas, obras que no sólo miden el tiempo, sino que lo representan, lo teatralizan, incluso lo desafían.

La muestra despliega un conjunto de piezas excepcionales que rara vez se exponen al público, como la horloge à eau egipcia de la época ptolemaica, una joya de ingeniería antigua que permitía contar las horas nocturnas con una precisión asombrosa. Junto a ella, resplandece la pendule de la Création du Monde, una pieza maestra de 1754 donde el tiempo se revela en cada rotación del planeta, en cada órbita de sus planetarios mecánicos, y donde el arte se funde con la astronomía y la filosofía.
Pero si hay un hito contemporáneo que nos obliga a detenernos, ese es sin duda la impresionante horloge-automate La Quête du Temps, una creación inédita de la Maison Vacheron Constantin. Esta firma suiza, fiel compañera del Louvre en iniciativas de conservación, celebra sus 270 años con esta obra donde el tiempo no sólo se indica: se interpreta. El autómata, inspirado en astrónomos del Renacimiento, realiza 144 movimientos diferentes que dan vida a fenómenos cósmicos, con una riqueza estética que bordea lo sublime.
Desde Arte.news, hemos podido contemplar de cerca una curaduría profundamente reflexiva, donde no solo se presentan instrumentos, sino que se narra una historia de la humanidad, de su deseo milenario por dominar lo efímero, por encapsular el instante. Entre los tesoros destacados figuran un fragmento de autómata en forma de pavo real del siglo X originario de Córdoba —emblema de las artes islámicas— y la más antigua montre signée francesa, fechada en 1551, obra del maestro Jacques de La Garde.
Cada pieza expuesta es un testimonio de una civilización, de un momento histórico donde el tiempo era símbolo de poder, de conocimiento, de misticismo. Y eso se respira en obras como la montre Memento Mori de Jean Rousseau, con forma de cráneo, que recuerda la fugacidad de la vida y la ineludible presencia de la muerte, o el cadran polyédrique de 1662, una proeza técnica que perteneció a la célebre “Grande Mademoiselle”.
Esta exposición no se limita al esplendor europeo. El Louvre nos transporta también al Egipto antiguo, al mundo islámico de Al-Ándalus, al refinamiento relojero de Ginebra y Lyon, en un relato donde la diversidad cultural se refleja en las múltiples formas de medir y significar el tiempo. Lo mecánico aquí no es frío ni utilitario; es poético, sensorial, hipnótico.

En el corazón de “Mécaniques d’Art”, la noción de tiempo se convierte en materia viva. Las esferas armillares, los globos terrestres sobre Atlas, las clepsidras o las esferas astronómicas son testimonio de cómo el arte, la ciencia y la religión dialogaban en perfecta armonía. En ellas palpita el espíritu de los sabios, orfebres y visionarios que soñaron con un reloj que pudiera abrazar el universo.
El gesto del Louvre, al invitar a la Vacheron Constantin y alinear su obra con piezas históricas, no es simplemente una muestra de colaboración institucional. Es un acto simbólico: el reconocimiento de que la alta relojería contemporánea es la heredera legítima de una tradición milenaria, donde la técnica se ennoblece por el arte, y el arte se estructura en el rigor de la técnica.
Desde Arte.news celebramos esta exposición no solo por su belleza visual y riqueza histórica, sino por su poder de evocación. “Mécaniques d’Art” nos obliga a hacernos preguntas: ¿Qué es el tiempo? ¿Cómo lo sentimos? ¿Y qué dice de nosotros nuestro deseo constante de capturarlo, de hacerlo girar en una esfera, de encerrarlo en un engranaje?
Si el arte es una forma de resistencia ante lo efímero, en Arte.news creemos que esta exposición es un manifiesto rotundo. Porque en cada tic de estas obras hay una historia que sigue latiendo; porque en cada engranaje vibra la memoria de civilizaciones que, antes que nosotros, quisieron domar lo intangible. Porque el tiempo, en el Louvre, se detiene para que podamos, por fin, contemplarlo.
Louvre. (2025). MÉCANIQUES D’ART [Comunicado de prensa]. https://presse.louvre.fr/mecaniques-dart-1063000228946/