“Le Louvre et ses chiens”: una historia del arte contada a través de sus fieles sombras

El Louvre publica Le Louvre et ses chiens, un volumen tan insólito como revelador que propone recorrer toda la historia del arte —de Mesopotamia a la modernidad— siguiendo las huellas de un acompañante inesperado: el perro. Escrito por Martin Bethenod y con prólogo de Laurence des Cars, presidenta-directora del museo, el libro parte de un dato sorprendente: 2.789 apariciones del término “chien” en la base de datos de las colecciones del Louvre. Desde Arte.news creemos que este gesto —mirar la historia a través de los animales que la habitan— abre una lectura tan lúdica como crítica, capaz de mostrar cómo los perros, siempre presentes pero casi nunca protagonistas, han sido testigos silenciosos de mitos, poder y vida cotidiana.

El recorrido que propone Bethenod es una promenade a través de milenios de creación, donde los perros emergen en materiales diversos —bronce, plata, mármol, cerámica, porcelana o papel— y en escenas que van del ámbito sagrado al doméstico. Acompañan a dioses y héroes, a Diana y Afrodita, pero también a niños, cazadores, mendigos o nobles; aparecen en retratos familiares, en escenas de corte, en cazas reales o en vajillas ornamentales. Obras icónicas del Louvre revelan así presencias que a menudo pasan desapercibidas: los pequeños epañoles en L’Élève intéressante de Marguerite Gérard, el perro que asoma su ojo en el Retrato de familia de Largillière, los seis canes ocultos entre la multitud de Las bodas de Caná de Veronés.

En Arte.news nos interesa especialmente cómo el libro propone un mapa alternativo del museo: un Louvre visto desde abajo, desde la frontera entre lo humano y lo animal. Bethenod recuerda que la escuela veneciana es probablemente la más “cynófila” de la historia de la pintura —solo en la sala de los Estados podrían contarse una veintena de perros en obras de Bassano, Veronés o Tiziano—, lo que permite leer la pintura como un espacio donde la vida, incluso la más humilde, encuentra su lugar.

Guido Reni, L’Enlèvement d’Hélène, detalle,
Département des Peintures, Inv 539
© GrandPalaisRmn (musée du Louvre)/
Hervé Lewandowski

El volumen se organiza en ocho secciones que actúan como estaciones dentro de esta gran travesía: desde Anubis hasta Pisanello, pasando por las cazas de Maximiliano, las escenas cortesanas de Rubens, los juegos de salón y los “animaliers” como Antoine-Louis Barye. Cada capítulo funciona como un “arrêt sur image”, una pausa que invita a reconsiderar cómo la presencia del perro en el arte ha servido para expresar estatus, afecto, fidelidad, violencia, humor o duelo. La lectura revela también la dimensión simbólica de estos animales, asociados a la vigilancia, la compañía, la nobleza o la muerte, según la época y el contexto iconográfico.

La edición, publicada por Norma éditions junto con el Louvre, incluye 352 páginas y alrededor de 250 ilustraciones, entre ellas obras esenciales del museo: desde el aquamanile en forma de perro del siglo XVI hasta el refinado Surtout de table de Jacques Roëttiers; desde los perros de caza de Oudry y Huet hasta la tierna criatura de porcelana de la Manufactura de Meissen. Lo que emerge es un retrato coral, una lectura transversal que convierte a los perros en un hilo conductor para pensar la historia del arte desde una perspectiva inesperada y profundamente humana.

Petrus Paulus Rubens,
Le Couronnement de la reine à l’abbaye
de Saint-Denis
, detalle, 1600-1625.
Département des Peintures, INV 1778
© GrandPalaisRmn (musée du Louvre)/
Christian Jean, Hervé Lewandowski

Para nosotros, Le Louvre et ses chiens es mucho más que un libro temático: es una relectura del museo como ecosistema, donde lo monumental convive con lo íntimo y donde las figuras marginales revelan claves sobre la sensibilidad de cada época. En tiempos en los que revisamos narrativas, categorías y jerarquías de la historia del arte, esta obra demuestra que otra forma de mirar —una más atenta, más cercana, más afectiva— es posible.

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