Nigerian Modernism: la reinvención africana de la modernidad

Del 8 de octubre de 2025 al 10 de mayo de 2026, el Tate Modern presenta Nigerian Modernism, la primera gran exposición en el Reino Unido dedicada a rastrear el desarrollo del arte moderno en Nigeria. Con más de 250 obras —entre pintura, escultura, cerámica, textil y obra sobre papel— de más de 50 artistas procedentes de colecciones africanas, europeas y estadounidenses, la muestra reconstruye medio siglo de creación en un país que convirtió la independencia política en una revolución estética.

El recorrido abarca desde los años cuarenta hasta finales del siglo XX, un período en el que los artistas nigerianos redefinieron los códigos de la modernidad, combinando las tradiciones indígenas con los lenguajes europeos para imaginar un arte profundamente propio. Desde Aina Onabolu, pionero de la pintura figurativa en Lagos, hasta Ben Enwonwu y Ladi Kwali, que fusionaron el legado escultórico igbo y la cerámica gwarri con las técnicas aprendidas en Europa, la exposición revela cómo el arte nigeriano emergió como una forma de resistencia cultural frente al colonialismo.

Uzo Egonu, Women in Grief 1968, © The estate of Uzo Egonu, Tate

Los años posteriores a la independencia en 1960 marcan un momento de euforia colectiva. Artistas como Uche Okeke, Demas Nwoko, Yusuf Grillo o Bruce Onobrakpeya fundan la Zaria Arts Society, que bajo el concepto de Natural Synthesis propone un lenguaje nuevo, mezcla de espiritualidad ancestral y experimentación formal. Lagos, convertida entonces en capital cultural, vibra con la arquitectura tropical, los murales públicos y el sonido del Highlife, mientras en Ibadan el Mbari Artists’ and Writers’ Club reúne a creadores como Chinua Achebe y Wole Soyinka, reforzando el vínculo entre arte, literatura y pensamiento panafricano.

El recorrido incluye también la aportación del New Sacred Art Movement, encabezado por Susanne Wenger, que revitalizó el santuario sagrado de Osun-Osogbo con esculturas y relieves inspirados en los orishas yoruba. En paralelo, la Oshogbo Art School —cuna de artistas como Nike Davies-Okundaye o Twins Seven Seven— exploró la identidad yoruba desde el arte popular y la performance, tejiendo un lenguaje que trascendió el canon académico.

Clara Etso Ugbodaga-Ngu,
Elemu Yoruba Palm Wine Seller, 1963.
© Clara Etso Ugbodaga-Ngu. Hampton University Museum.

Durante la Guerra Civil Nigeriana (1967-1970), el optimismo del primer periodo dio paso a la desilusión y a una reflexión más íntima. Artistas como Uche Okeke y los miembros de la Nsukka Art School recuperaron los diseños uli, líneas y motivos transmitidos entre mujeres igbo, como forma de resistencia y afirmación cultural. En sus manos, esta tradición ancestral se convirtió en un símbolo de supervivencia y reconciliación.

La muestra culmina con la figura de Uzo Egonu, pintor que vivió en el Reino Unido desde los años cuarenta y que exploró la identidad nigeriana desde el exilio. Su serie Stateless People (1980), reunida por primera vez en cuatro décadas, resume la tensión entre pertenencia y desplazamiento que define el arte moderno nigeriano.

Desde Arte.news creemos que Nigerian Modernism no es solo una exposición histórica, sino una relectura del propio concepto de modernidad. En lugar de imitar el canon occidental, los artistas nigerianos lo reescribieron desde la pluralidad, demostrando que el arte moderno no nació en un solo centro, sino que floreció en muchos lugares a la vez. Esta muestra invita a entender la historia del arte no como una línea, sino como un tejido donde África ocupa, por fin, el lugar que siempre le perteneció.

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