La historia del coleccionismo tiene momentos que parecen irrepetibles, y uno de ellos llega este diciembre con la presentación en Sotheby’s de The Magnificent Cellars of Willy Michiels, una de las colecciones privadas de vino más completas y meticulosamente conservadas del último siglo. Desde Arte.news creemos que no se trata solo de una subasta, sino de la apertura excepcional de un archivo líquido que guarda la memoria de la gran tradición europea del vino, una geografía sensorial que abarca casi nueve décadas de historia. La colección, reunida por el empresario belga Willy Michiels (1937–2020) y preservada en las espectaculares bodegas subterráneas de su château renacentista, reúne más de 29.000 botellas con una estimación global que alcanza los 11 millones de euros, articulada en cuatro ventas entre diciembre de 2025 y finales de 2026.
Procedentes de siete cavas abovedadas restauradas específicamente para garantizar condiciones óptimas de conservación —un gesto que revela tanto rigor como pasión—, estas botellas representan una verdadera enciclopedia del Bordeaux y el Bourgogne, con añadas que van de 1925 a 2012, formatos que oscilan de medias botellas a Imperials, y una procedencia tan limpia que ha hecho a los especialistas hablar de “un momento que corta la respiración”. Desde Arte.news, este énfasis en la trazabilidad no es un detalle técnico: es la clave que permite medir la integridad de una colección que nunca fue un mero acopio, sino una forma de conocimiento.
El núcleo de la propuesta lo forman más de 19.000 botellas de Bordeaux, entre ellas más de 4.000 de Premier Cru, con presencias tan contundentes como 800 botellas de Château Lafite Rothschild (1973–2004), 600 de Château Margaux (1967–2011), 2.000 de Château Mouton Rothschild (1957–2005) —una selección que por sí sola supera los 600.000 €— o las 500 botellas de Petrus (1964–2012), cuya estimación individual acumulada rebasa los 900.000 €. El recorrido se amplía con joyas de la ribera derecha, como Trotanoy, Figeac, La Fleur-Pétrus y uno de los conjuntos privados más extensos conocidos de Pichon Longueville Comtesse de Lalande: 3.500 botellas que constituyen una de las grandes sorpresas del catálogo.
El capítulo dedicado al Bourgogne no es menos imponente, con más de 9.000 botellas que trazan un mapa de los dominios más codiciados del mundo. Entre ellos destacan más de 300 botellas de Henri Jayer (1978–1987) con una estimación que supera los 1,8 millones de euros, un bloque monumental de Domaine des Lambrays (1988–1999) valorado en más de 800.000 €, las casi 800 botellas de Montrachet Marquis de Laguiche dentro de la selección de Domaine Joseph Drouhin, los blancos de Domaine Ramonet, rarezas de Domaine Leroy y una serie excepcional de Domaine de la Romanée-Conti (1966–2000) que confirma el nivel irrepetible del conjunto. Para Arte.news, este ensamblaje de territorios, productores y cosechas sitúa a la colección Michiels en un punto intermedio entre la arqueología y la cultura del gusto.
La primera venta se celebrará en París el 16 de diciembre de 2025, acompañada de una sesión online que cerrará el 18 de diciembre, y dará paso a un recorrido global por Hong Kong (14 de marzo de 2026), Londres (primavera de 2026) y un regreso final a París en la segunda mitad de 2026. Esta itinerancia subraya el carácter casi diplomático del vino como objeto cultural, uniendo mercados y geografías que comparten una idea del coleccionismo basada en el tiempo, la paciencia y el conocimiento.
Willy Michiels, empresario visionario y figura destacada de la vida pública belga, dedicó décadas a construir este patrimonio enológico mientras reunía también carruajes históricos, tractores clásicos y automóviles antiguos. Su colección de vinos, sin embargo, se convierte ahora en su legado más celebrado: un testimonio de su capacidad para reconocer, casi de manera intuitiva, el valor del tiempo y del territorio.
El conjunto, presentado por Sotheby’s como una de las colecciones más emocionantes que jamás ha salido al mercado, invita a pensar en el vino como documento, como paisaje y como experiencia. Para Arte.news, lo que se pone en circulación en estas subastas no es solo el fruto de viñedos excepcionales, sino una memoria íntima del gesto de coleccionar, donde cada cosecha, cada formato y cada rareza conserva un relato singular.