El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza abre una exposición que promete ser una de las citas más relevantes del otoño artístico madrileño: un encuentro inédito entre Andy Warhol y Jackson Pollock, dos figuras fundamentales del arte del siglo XX, que aquí aparecen no como opuestos, sino como interlocutores en torno a una misma pregunta: ¿cómo reinventar el espacio pictórico en la era moderna? En Arte.news creemos que este diálogo entre abstracción y cultura de masas, entre acción y repetición, revela hasta qué punto ambos artistas modificaron las reglas de la pintura para siempre.
La muestra, comisariada por Estrella de Diego, con la colaboración de la Comunidad de Madrid y el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, reúne más de cien obras, muchas de ellas nunca vistas en España. Proceden de una treintena de instituciones de Norteamérica y Europa y reúnen un elenco extraordinario de artistas: Warhol, Pollock, pero también Lee Krasner, Helen Frankenthaler, Marisol Escobar, Sol LeWitt o Cy Twombly, entre otros. En el recorrido, obras icónicas como Marrón y plata I de Pollock, Express de Robert Rauschenberg o Sin título (verde sobre morado) de Mark Rothko, perteneciente a la propia colección Thyssen-Bornemisza, trazan un relato que combina energía, memoria y experimentación.
La exposición se adentra en un territorio fascinante: el del espacio entendido no solo como superficie pictórica, sino como campo de significación. Pollock, con su gesto expansivo y su pintura derramada, disuelve la frontera entre figura y fondo, entre el artista y el lienzo. Warhol, por su parte, desde la aparente frialdad del pop, convierte la repetición y la serialidad en nuevas formas de profundidad. En ambos casos, el espacio deja de ser el escenario de una representación para transformarse en un lugar de ocultamiento y huella, una superficie donde lo personal se enmascara y lo autobiográfico se insinúa.
Desde Arte.news vemos en esta lectura una oportunidad para redescubrir a un Warhol más complejo, alejado de la ironía vacía, y a un Pollock menos mitificado, que dialoga con las estrategias conceptuales del siglo posterior. La muestra plantea así un puente entre dos modos de mirar que, aunque nacidos de contextos distintos, compartieron la obsesión por repensar la tradición pictórica desde su raíz.

El proyecto se acompaña de un catálogo bilingüe (español e inglés) realizado con el apoyo de la Pollock-Krasner Foundation, que incluye ensayos de Estrella de Diego y Patrick Moore (exdirector de The Warhol Museum), además de la transcripción de una conversación entre la comisaria, el artista argentino Guillermo Kuitca y Guillermo Solana, director artístico del museo. El resultado es una reflexión coral sobre la vigencia de la pintura y su relación con la experiencia contemporánea.
La exposición se inserta también en la programación especial del Thyssen Nocturno, gracias a la colaboración con Uber. Cada sábado, desde el 25 de octubre de 2025, el público podrá visitar la muestra de forma gratuita entre las 21:00 y las 23:00 horas. Esa misma noche inaugural, a las 22:00 horas, el hall del museo acogerá una actuación del artista Barry B, patrocinada por Cupra City Garage Madrid, con entrada libre previa reserva online a partir del 20 de octubre.
El debate sobre la obra de Warhol y Pollock continuará el 14 de enero de 2026, cuando Estrella de Diego participe en una mesa redonda en el salón de actos del museo junto a Guillermo Solana y otros invitados, en una conversación abierta sobre las nociones de espacio, camuflaje y subjetividad en la pintura moderna.
Consideramos que esta exposición no solo revisa la historia del arte moderno, sino que invita a repensar nuestra propia mirada: cómo la pintura, entre la huella y la superficie, sigue siendo un territorio donde la imagen y el vacío dialogan con nuestra época.
